Las vacaciones son una gran oportunidad para hacer cosas nuevas y relajarse un poco, ya sea de los deberes de la escuela o el trabajo. De igual manera, también puede ser un tiempo de preparación, para comenzar con ánimos renovados un nuevo ciclo escolar o proyecto laboral. Ya sea comprando materiales, ropa, explorando nuevos temas e incluso aprendiendo nuevas maneras de interactuar con nuestras emociones.
Una herramienta que me pareció muy interesante, fue el de la galaxia en un frasco, el cual ayuda a tranquilizar nuestros pensamientos y sentimientos que en ocasiones se suelen amontonar causando sensaciones que desgastan nuestra energía.
¿Cómo funciona este mecanismo? Es muy sencillo. Piensa en una tarde fresca y despejada en el parque, justo cuando el sol comienza a bajar, las aves emprenden su regreso a los arboles y estos mecen sus ramas y hojas lentamente. Al observar sus movimientos pausados y suaves, nos es casi imposible pensar en otra cosa, pues la vista es más placentera y relajante. Algo similar ocurre con la galaxia en un frasco, al agitarlo, el glitter flotando en el agua, comienza a moverse en todas direcciones y poco a poco vuelve al fondo del contenedor, apaciguando nuestras emociones conforme nos concentramos en el fluir de las partículas brillantes.
Esta herramienta es ideal para chicos y grandes. En caso de que se haga en compañía de los más pequeños, es recomendable usar un frasco de plástico transparente.
Hace unos días hice mi frasco con temática de galaxia y el resultado me gustó mucho. Tanto que ahora este ocupa un lugar fijo en mi escritorio. Si tu también quieres hacer el tuyo, aquí te comparto el paso a paso.